Contexto histórico y aparición del concepto.
El término “Industria 4.0” surge en Alemania, año 2011 durante la Feria tecnológica de Hannover-Messe. En 2013, en la misma feria se presentó la Iniciativa oficial del Gobierno de Alemania. El documento fundacional de Industria 4.0 y de la plataforma asociada [Platform Industrie 4.0] se llamó “Recommendations for implementing the strategic initiative Industrie 4.0”.
Este documento realiza una categorización relativamente diferente de las 4 revoluciones industriales, con una variación de unos 20 años respecto a la que aquí hemos reflejado y que es la versión más aceptada por los historiadores:
Fija en 2013 una serie de indicaciones para la llamada “revolución industrial basada en sistemas ciberfísicos.
Se trata de un conjunto de tecnologías capaces de controlar o gestionar elementos físicos a través de tecnologías propias del mundo cibernético [informática, apps, etc.].
Un ejemplo claro es el internet de las cosas, o la robótica, entre otros muchos. La revolución 4.0 ha dado lugar también a una aplicación del término en el transporte, originando grandes expectativas en la que podría ser la mayor de las cuatro revoluciones industriales en este sector.
Tecnologías incluidas en la Industria 4.0
La cuarta revolución industrial se basa en un grupo muy considerable de nuevas tecnologías de reciente aparición o desarrollo a gran escala. Pero ¿cómo es la aplicabilidad de las tecnologías 4.0 en el transporte?
Aplicabilidad de las tecnologías 4.0 en el transporte.
Durante las revoluciones 1, 2 y 3 se han generado nuevos modos de transporte, como el ferrocarril, el avión o el camión y se les ha dotado de mejores medios de tracción y gestión, además de aumentar su tamaño.
También hemos visto que la evolución de los vehículos ha sido acompañada de la evolución en tamaño de las empresas, así como la aparición de una segmentación comercial del transporte que ha dado origen a sectores como la mensajería, grupaje, logística del eCommerce, carga completa, transporte especial, etc.
El concepto “transporte 4.0” tiene sus propias características lo cual hace que pueda suponer durante los próximos años un cambio muy drástico para el sector logístico.
Estas son las tecnologías que los expertos consideran que pueden tener un mayor impacto en el transporte:
Vehículos Driverless.
Sin duda, tomarán y dominarán el futuro con fuerza. Ya existen muchos proyectos en pruebas y proyectos con gran inversión. Tanto los vehículos autónomos, como el platooning [convoy pilotado por un humano y seguido por varios camiones autónomos] serán una buena respuesta ante la falta de conductores. Pero sobre todo, proporcionarán una gran mejora de la competitividad gracias a la reducción de costes en salarios, capacidad de trabajo 7 días x 24 h, mejora del consumo y seguridad, etc.
Drones.
Falta mejorar aún más la seguridad, crear ciertas estructuras logísticas, aumentar la autonomía y cambiar la legislación, pero sus costes insignificantes les auguran un gran futuro. Repartir con drones es extremadamente barato y en un crecimiento del comercio electrónico como el que estamos viviendo, esto será clave para poder lograr unos costes competitivos.
Big data e Inteligencia Artificial.
Ya están siendo usados en el transporte inteligente. Sin duda, aportarán una optimización de costes enorme en el cálculo de repartos o modelización de decisiones. También servirán para gestionar elementos tales como los vehículos driverless, drones, control de mercancías a través del IoT, etc.
Internet de las cosas (IoT)
Ya está siendo usado en seguimiento y monitorización de envíos. Será una gran herramienta de control a futuro. Nos permite controlar, no solo los envíos, sino también las mercancías que tenemos en almacén, o los vehículos como carretillas elevadoras, etc. Ello proporciona un control y capacidad de gestión a distancia de numerosos productos, maquinaria o vehículos.
Realidad aumentada y smartglasses.
Se usan ya para fines como el pick by vision (preparación de pedidos con soporte de gafas inteligentes + realidad aumentada). También son habituales ya para el aprendizaje en el manejo de carretillas, grúas, etc. Irán cogiendo cada vez más protagonismo.
Nanotecnología.
Se usa ya para crear nuevos materiales como embalajes ultrarresistentes, sistemas de protección de las cargas, nuevos útiles de trincaje, etc.
Robots en almacén.
Se están usando ya para mover mercancía “producto – al hombre” y también para todo tipo de operaciones como apilado, volteo, etiquetado, flejado, retractilado, etc.
Inteligencia virtual artificial.
Se usa para monitorizar almacenes y también para guiar a los vehículos por carretera o espacios internos. Supone un gran avance frente a tecnologías como el láser guiado de los vehículos LGV o el filoguiado de los AGV.
Automatismos.
El traslado de mercancías mediante automatismos de todo tipo ya es posible en muchos casos. Ejemplo de ello es la recogida neumática de basuras, o la existencia de carruseles y almacenes automáticos que cuentan con grandes sistemas de rodillos o cintas de clasificación y transporte automático.
Transformación digital en 4.0
Además de los elementos físicos, el transporte 4.0 supone un importante avance en transformación digital, mediante un abanico de nuevas tecnologías:
Big Data. Permite gestionar grandes cantidades de datos y obtener análisis nunca vistos hasta la fecha.
Eliminación del papel. Tanto a nivel normativo como a nivel tecnológico, se está produciendo una auténtica revolución al respecto. Prueba de ello es la eliminación de papeles en el ámbito aduanero, la factura electrónica, el eCMR, la firma electrónica avanzada, etc. Todo ello pretende dirigirnos hacia una gestión digital muchísimo más rápida y eficiente que la gestión manual actual.
Blockchain y ciberseguridad. Sin duda, la informática es un gran aliado para el transporte. Pero para ello es necesario que exista una seguridad adecuada en el mismo. En este sentido, tecnologías como el blockchain o la ciberseguridad permiten la realización de todo tipo de operaciones de forma mucho más segura proporcionando la tranquilidad necesaria.
Logística colaborativa. En este caso no se trata de una tecnología en sí, sino de una disruptiva filosofía que genera nuevos canales de relación comercial gracias al uso de nuevas formas de comunicación y tecnologías que ponen directamente a los usuarios en contacto entre sí, compartiendo recursos y evitando intermediarios. El ejemplo más claro es el de UBER, que usa apps para generar una alternativa al taxi. En transporte Amazon ya está usando a todo tipo de repartidores y puntos de entrega alternativos a los de las empresas de mensajería tradicional.
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